Volvemos con ambición y pasión, con ganas de poner en el centro un tablero, un juego de cartas, una dinámica de roles o cualquier artefacto que sirva para el encuentro amistoso y familiar.
Motivos: Una vieja práctica humana; la conversación. Creemos en el encuentro, la vinculación. Facilitarle al mismísimo mundo su propia conciencia a través de la auto observación, la confirmación de sí mismo mediante nuestras vidas y el desarrollo de habilidades que solo mediante rondas y rondas de juego pueden mejorar las probabilidades de un mundo humano demasiado agonista.
No es que no creamos en el principio del «Agón», pero se ha abusado de él hasta límites apenas tolerables.
Se debe conjugar con los otros pricipios anunciados ya hace tiempo por Roger Callois; Ilinx, Mimicry y Alea.
Alentar también la curiosidad, el deseo de explorar, la pasión por conocer y concer para entender y aceptar.
Terminando: confesamos que es más fácil escribirlo que practicarlo y tal vez por eso hacemos esto. Buscamos una experiencia sencilla… jugar para encontrarnos en el deseo de aprender juntos, cómo hacer del tablero del mundo un juego donde nadie pierda en serio y donde todos ganan confianza en sí mismos y en los demás. Ese sería, un mundo más libre y más seguro, para todas, todos y todes.
