El Sheriff de Nottingham

Concepto del juego:

Cada jugador, por turnos, asume el rol del Sheriff, mientras que los demás son comerciantes. Los comerciantes deben declarar qué mercancías llevan en sus sacos, que pueden ser productos legales como manzanas, quesos o panes, o bienes ilegales como contrabando de especias o armas.

Objetivo:

El objetivo es acumular la mayor cantidad de dinero al final de la partida, ya sea a través del comercio de bienes legales o intentando pasar contrabando sin ser descubiertos. El Sheriff, por su parte, puede inspeccionar los sacos de los comerciantes para descubrir si están mintiendo, o puede aceptar sobornos para dejarlos pasar.

Mecánica de juego:

1. Preparación: Cada jugador recibe una cantidad inicial de monedas y varias cartas de mercancías, tanto legales como ilegales.
2. Declaración: Los jugadores colocan hasta cinco cartas en su saco y declaran cuántos productos llevan y de qué tipo (aunque pueden mentir).
3. Inspección del Sheriff: El jugador que hace de Sheriff puede decidir inspeccionar un saco. Si lo abre y descubre bienes no declarados o ilegales, el comerciante debe pagar una multa. Si no había mentiras, el Sheriff debe compensar al comerciante.
4. Sobornos y negociación: Los comerciantes pueden sobornar al Sheriff para que no inspeccione sus sacos. Aquí es donde entran las habilidades de negociación y faroleo.

Final del juego:

Después de un número determinado de rondas en el que cada jugador ha sido el Sheriff, se cuentan las monedas y se otorgan bonificaciones por tener la mayor cantidad de productos legales de un tipo. El jugador con más dinero al final es el ganador.

El Sheriff de Nottingham es un juego lleno de interacción social, bluffing (faroleo), y negociación. Combina estrategia con la capacidad de engañar o persuadir a otros jugadores, lo que lo hace dinámico y divertido.