Llama

Componentes del juego:

• 56 cartas numeradas del 1 al 6, además de cartas con llamas.
• Fichas de puntuación (fichas negras de 10 puntos y blancas de 1 punto).

Objetivo del juego:

El objetivo es terminar la partida con la menor cantidad de puntos posibles. Para ello, los jugadores deben intentar deshacerse de todas las cartas de su mano a lo largo de varias rondas. El problema es que no siempre será fácil o posible jugar todas las cartas, lo que obligará a los jugadores a acumular puntos.

Cómo se juega:

1. Preparación: Se baraja el mazo de cartas y se reparte un número igual de cartas a cada jugador (generalmente seis). El resto se coloca boca abajo como un mazo de robo.
2. Turnos: En su turno, cada jugador tiene tres opciones:
   • Jugar una carta: Puedes jugar una carta igual al número que esté en la pila o un número superior en uno (por ejemplo, si en la pila hay un 3, puedes jugar un 3 o un 4). La carta con llama actúa como un comodín, ya que puedes jugar una llama sobre cualquier número y, además, una carta con un número 1 puede colocarse sobre la llama.
   • Robar una carta: Si no puedes o no quieres jugar, puedes robar una carta del mazo.
   • Retirarse de la ronda: Puedes retirarte si no te interesa seguir jugando cartas. Si te retiras, mantienes las cartas en tu mano, pero ya no juegas más en esa ronda.
3. Fin de la ronda: La ronda termina cuando todos los jugadores se han retirado o un jugador ha jugado todas sus cartas. En este punto, los jugadores suman los valores de las cartas que tienen en la mano, pero solo cuentan una vez las cartas repetidas (por ejemplo, si tienes dos 5, solo sumas 5 puntos en lugar de 10). Cada carta con llama cuenta 10 puntos.
4. Puntuación: Los jugadores toman fichas que representan la cantidad de puntos que tienen. Blancas son de 1 punto, negras son de 10 puntos.
5. Final del juego: El juego termina cuando un jugador alcanza o supera los 40 puntos. Gana quien tenga menos puntos en ese momento.

Estrategia y diversión:

Llama es un juego que mezcla estrategia y suerte. Decidir si te retiras temprano para evitar acumular más cartas o si sigues jugando con la esperanza de deshacerte de todas puede ser la clave. Además, el sistema de puntuación con fichas y la posibilidad de devolver puntos (si te quedas sin cartas) añade un interesante elemento táctico.

Es un juego ligero, fácil de aprender y con partidas rápidas, lo que lo hace ideal para jugadores de todas las edades.